domingo, 30 de agosto de 2015

Los barquitos de faroles rojos

Los barquitos de faroles rojos

Navegando en las profundidades.
El cielo está oscuro y espeso,
Mareas me baten.
Pero no naufragio.
Mi barco de madera con remiendos, sigue en el mar…
Algunos tablones se vuelan con él viento.

Los navegantes perdidos, capitanes y únicos tripulantes,
Buscan un lugar que no existe en este redondo mar.

 Iluminamos el océano picado y revuelto con un pequeño farol rojo.
Ya no hay donde encallar.

Un pescador Iraní
Le cuenta la leyenda de la historia que nos trajo hasta aquí
 A un bacalao blanco.
Un pequeño dragón rojo les hace compañía.

Vivimos todos en barquitos pequeños
Buscando ningún lugar.
La marea nos azotara con fuerza
Hasta que los años nos desintegren.
Solos en la oscuridad, con nuestros pequeños faroles rojos.
Buscándonos,

 Al menos para vernos a la lejanía. 

lunes, 10 de febrero de 2014

Recordar es una brisa

He de quedarme con lo bueno que he vivido. Ha sido inesperado que los momentos idos hayan sido divertidos, sensuales e impredecibles. De eso hay que agradecernos, por habernos permitido volar.

Si piensas en volar, solo te encadenas más al piso, 
Cuando vuelas no miras la linea del suelo
Ni notas tus alas. 
Solo sientes el viento en tu cara, 
Como una brisa que acarrea la mejor de las sensaciones
Desde una tierra prometida. 

Que es lo que buscamos en realidad?
Alguien que nos abrace por las noches, 
Alguien que se sorprenda con nosotros al reverso.
Alguien con quien hacer las cosas que nunca hicimos,  
Alguien con quien innovar a cada hora, 
Tener alguien al lado como reliquia de oro, 
Como un fajo de cien mil dólares 
Para abanicarse en público. 


Es una cerveza cremosa y fría, 
En un caluroso verano en la terraza de un bar. 
Cuando aterrizamos de este viaje,
Es necesario desligarse.
Y aprender volar de vuelta, 

Sin darnos cuenta. 

lunes, 20 de enero de 2014

Húmeda arena

Por las medusas que encallan en la arena,
Y los peces muertos en la orilla,
El retumbar de las olas que se estrellan
El faro a lo lejos me aconseja,
Que no me mueva.

La carretera me espera entera
En los kilómetros dejo mis huellas.

El cielo placido
Descansa entre las dunas.
No se si ahogarme en el camino o en el mar.
Cada tanto, las olas esperan
Y se consigue un silencio absoluto.

Soy muy solida para disolverme.

lunes, 23 de diciembre de 2013

La idea de convertirnos en arte es la única forma

Por mas pésimo que mis sentimientos
Te puedan resultar.  
Hace falta adorar para poder crear.
No hay cosa más celestial, que la adoración entre dos singular
Si no me existiesen estos arrebatos,
No habría felicidad en los actos
Escritos en papel y dichos en el aire. 

Sin las musas femeninas y masculinas
Poco sabríamos de la belleza, el amor y el arte. 
Por esto la idea de convertirnos en ars del latin

Es la única manera de provocarnos hasta el infinito.
Con amor, al amor de mi vida. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

estúpida corta historia que envuelve una ducha


Me levante de la siesta convencida de que la derecha era la caliente y la izquierda era la fría.
Sugestionada por un supuesto corte de agua que había habido por la mañana le presente quejas al portero, que me aconsejo que la "dejase correr"... Corrió y corrió... hasta que mirando la simple estructura de plomeria, una tardía intuición me dijo que tocase el caño izquierdo. Que estaba, si querida, caliente. Al cabo mientras me duchaba pensaba que también las siestas me pegan mal.

martes, 17 de diciembre de 2013

El joven suicida


El grado de más libre libertad puede asustaros a muchos,
La impudicia que despide al moverse.
El descarado escupitajo a las reglas
La simpleza de romperlas
Y la facilidad con que las amenaza.

Anestesiarse con la misma desesperación que un perro hambriento, 
frente a un tazón de alimento balanceado, consume babiento el sintético adormicida para saciar la ansiedad estomacal.

“Que idiotas los que acatan”, piensa Él joven.

Sumido en un bunker de envoltorios, con una ventana hacia los techos,
Se trepa y espanta a las vecinas corrientes,
Que no entienden que su libre albedrío,
Va más allá de sus vidas en camisón. 
Que pisara y aplastara el de todos,
Sin ningún remordimiento.

Solo una vida.
Solo se vive una vez, como dice la canción.

Desea ser joven y se mata para morir siéndolo.
Aunque no se da cuenta, el pobre, que está envejeciendo en los
Fútiles intentos, que como un loco repite,
Obteniendo los mismos resultados.

Se despierta y no entiende,
Tiene recuerdos violentos,
Marcas en el cuerpo,
Desconoce el cuarto en el que esta,
Se siente débil,
La cara maltratada,
Ve una rasposa almohada
Mira por una ventana con barrotes,

Solo ve él pasto estilizado que se mece con el viento.

Ansiedad generalizada

Piensa y se remueve las sienes,
Sufre el calor y entre laberintos de autos, calles y veredas dice en voz alta:

Que mala suerte, Que mala suerte, Que mala suerte. 
¡Que mala suerte, la mala suerte!
Que mala suerte, ser suertudo
Y sentirse un pelotudo!
Que mala suerte, la mala suerte
Por fea y consecuente!
Que mala suerte la memoria del tacto
y los desencuentros desafortunados.

La congoja que remoja rostros como galletitas de agua en una taza de té.
Los infelices por derecho, 
los pechos planos como hojas.

Y se auto inculpa
Que mala suerte, las decisiones sin sentido
Que mala suerte haberte conocido! 

La putrefacción de la calavera 
La carcasa del mal sano pensamiento
Que mala suerte… Hay como me arrepiento!
El mal sabor de la percepción,
de lo desprolijo emprolijado
Las líneas borroneadas,
El intento de lo impoluto.
La insatisfacción.
Que mala suerte, maldita invasión.

¿Y tu que piensas de la situación?
Al puestillo por pestillo, Al castillo sin ladrillo
Al problema de los niños
Al salario del mendigo.
Que te digo de mi amigo, un mesero del olvido
Una calaña de la entraña, un maraña que te ensaña
Una pequeña, niña de Cataluña. 
Enamorada de un vil marido con pezuñas.